Imagen tomada de Google. |
No sabemos cuándo cómo ni dónde,
nuestro ritmo persiste hasta el infinito
neutralizando ruidos
liberando ecos que se tornan sensaciones y vida...
No lo sabremos nunca
aunque escuchemos a diario palabras internas
dedos que atrapen nuestros brazos
salmos invisibles que nos lleven al tiempo
donde pertenecemos,
dado que somos aves migratorias
en cauce y desbordadas,
luminosas o terribles
dislocadas, mágicas
capaces de autodefinir la ruta una y otra vez
para retornar al mundo sensible del azul
emergiendo de nosotros mismos,
sin saber porqué
así somos.
.
2 comentarios:
Que hermoso profesora, me encantan sus poemas, debería dar una clase de alguno de ellos.
Gracia, muy agradecida de tu comentario. Lo que me gustaría más es poder publicarlos...Aunque es hermoso poder compartir con los lectores tus emociones y una clase es un ámbito factible para ello. Ojalá se materialice esa idea.
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