Amanecí de repente,
mi cuerpo desprendido
viajando en libertad
sin amarras
aumentando la fuerza en latido azules...
Asomé claramente mis pasos
abrí todo el chorro,
lo hice correr
lo dejé tocarte...
Y ya no te fuiste.
De pronto tu voz se incrustó sin pena
renació tu sonrisa en mí...
De pronto la vida era almohada y canto y molécula de paz...
Amanecí con toda el hambre del mundo,
todas las manos
y todo el alimento...
Mis venas, ramificaciones extendidas,
soporte de luz.
Amando todo lo creado...
Y te anexé a mi corazón
te recosté para que florecieras
por mucho tiempo
...y con los brazos libres.
2 comentarios:
Precioso...!!!!!
Besos enormes para tí.
Muy lindo realmente, un pedazo de intimidad muy bien plasmado. Me dejaste inundado de un viaje que hice… y con ganas de planear un nuevo viaje.
Es lindo sentir que el cuerpo está desprendido, alejado de uno mismo, pero más cerca de la unidad compartida. Y esas fotos del alma y de la carne deben ser las que inunden nuestras mañanas, brindo por eso!
Saludos!!
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