viernes, 15 de enero de 2010

Al maestro...



Pocos elementos bastan para llenar el día de colores espléndidos...


Por obra de tus manos la luz transita,


crecen espigas que reman con suavidad en el tiempo y la vida...


No lo sabes todo,


(nadie lo sabe),


aún así predices el viento que envuelve las miradas desordenadas


aumentando nubes para protegerlas y salvarlas del vacío y el caos...


porque eres gasa suave que los cubre


porque sabes amar más de la cuenta


y tu cuenta en cero no detiene el almacén espiritual que también repartes y se reproduce ilimitado...


Entonces, desquiciado o desquiciada amiga de quimeras,


siga usted la ruta sin parar,


porque de seguro a la vuelta de la esquina


podrá recoger muchos trozos de luz de esas miles que sembró...


Su cosecha es ave inmortal como sus sueños.

6 comentarios:

Sin un nombre concluso... dijo...

Como dijo Simón Bolivar: Un ser sin estudio es un ser incompleto.
Los maestros son como la luz del nuevo día, te guían a pesar de tus errores y equivocaciones...
Muy bonito Sandra.
Besos.

"Canto y Vida" (Sandra Bandres) dijo...

Gracias por tu visita, Nemesis. Abrazos

Maria Coca dijo...

Un homenaje estupendo. Muy bueno.

Un abrazo, Sandra.

"Canto y Vida" (Sandra Bandres) dijo...

Gracias por tus comentarios. Me ALEGRA que te haya gustado. Abrazos.

Marìa Teresa Fuenmayor Tovar dijo...

Hermoso. Un estìmulo para quienes sembramos y compartimos "del almacèn espiritual". Es ser quimera y utopìa criztalizada
sin ahogo en la cotidianeidad.
Y es hermoso pensar en el brillo de esas luces sembradas.

Marìa Teresa Fuenmayor Tovar dijo...

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