Entre las hojas secas
el tiempo retrata sirenas o cisnes de colores
peces o aves abrazadas en libertad...
Pero las tomamos para sentir su crujir de cemento...
¡Somos tan vulnerables y nos creemos invencibles!
El corazón es nuestra capa de oxono
la linterna
el faro encendido.
Un rato en tu remanso, vida, y luego esparcidos navegando sin ruta...
No siempre sabemos hacia dónde vamos...
¡Como las hojas secas...!
Andamos inclinados y de raíz
desollando nuestros poros
deseando la caricia
cantando con el roce
y después...
¿¿¿quién sabe del después!!!
Muchos días y segundos nos enseñan a esperar
y a calzar en este mar...
Inexplicable ciclo nos amarra a voluntad o sin ella
y estamos ahora,
simples y frágiles...
¡Como las hojas secas!
7 comentarios:
Frágiles pero con fuerza para acometer nuevas batallas, cada día por el que pasamos y nos pasa.
Besoss
Muy interesante Sandra ; me gusta
jj
Siempre frágiles… ¡pero fuertes! Aun en la fragilidad tenemos un corazón que late haciéndonos vivir pase lo que pase.
Besos Sandra.
Me han gustado tus poemas. Somos como hojas secas, pero sin olvidar
que siempre nos riega la savia de la esperanza.
Saludos
La plena conciencia de la fragilidad y de lo efímero que somos es signo de sabiduría.
Un abrazo.
Nunca me había detenido en una metáfora similar y tan acertada.
Besos desde las ramas.
las hojas secas son las que mas conocimiento tienen, su fragilidad es hermosa.
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