Todos los días se encuentra y se pierde un poco de camino.
Las manos lodo se abren vacías
Las piernas flechas echan de lado a nuestro cuerpo...
Y morimos gota a gota
al recorrer como sonámbulos
al recorrer como sonámbulos
las galerías ausentes
sin poder llorar...
sin poder llorar...
Como si fuera viento seco
nuestro corazón
y nuestra carne.
Como si nuestro tránsito naufragara
y ya no importara tanto vivir…
-Después de todo
algo hay que hacer con el tiempo
y con las manos...
Hundir la cara para despertarnos
o sembrar de agujeros nuestra carne...
y luego verterla como abono
en los campos...
4 comentarios:
Un poema lleno de desesperanza. A pesar de los días en que nada nos importa, vendrán nuevas estaciones y la vida sonreirá de nuevo.
Muchos besos,
Shanty
Este poema forma parte de un momento triste. Y es cierto, la vida nos depara múltiples opciones, y todos nos producen enseñanzas, son estaciones, como tú lo señalas.
Gracias por la visita y el comentario.
Te prometo que el próximo va a ser más optimista.
Un abrazo amiga.
No seas tan dura, es cierto que todas las horas hieren y la última mata, pero levanta ese ánimo y despega como tú sabes hacerlo.
Saludos desde torre de control, pista libre.
Un abrazo.
Gracias mil Nómada.
Después de viajar a tu blog, te aseguro que ya despegué y dejé atrás esa tristeza.
Un abrazote.
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